
Menos es más
Existe un antes de ser yo, y un después de ser contigo. De llevar toda una vida sin saber, esperando por conocerte. Eres mi lugar favorito. La razón por la que mis latidos se vuelven locos. Muy locos. Y quiero ser ese lugar al que llamas hogar. El único en el mundo donde te sientas a salvo. Las palabras que nunca te canses de leer.
La sonrisa en tus labios cada mañana. Eso quiero ser. El sol que te araña la espalda y las hojas de tu libro favorito. La lágrima que se queda a solas con tu cara, porque es pensar en mi, y sus hermanas se acobardan. Y luego quedarnos en silencio y bebernos las horas. Cambiar el mejor de los planes por un minuto a tu lado. Grabar recuerdos a fuego lento. Que por querer, me conformaba contigo. Porque estás en todo lo que quiero. Lo imposible, y un poco más. Más o menos.
Pensaba en ti cuando desperté esta mañana. Ahí, preciosa, congelando el tiempo bajo las sábanas. Volví a dudar si eras real, o si yo te inventaba. Si yo tuviera el poder de abrirte nuevas ventanas. Quisiera crear palabras capaces de sanar el alma, tejer con tus suspiros la más inmortal calma, perdernos en el templo de los cuerpos sin nombre, y pasarme en esos ojos tuyos lo que queda de Octubre. Estar loco contigo tiene sentido.
¿Sabes? Te has convertido en mi momento preferido. Antes de ti sólo existía a medias. Nuestra historia da para siete enciclopedias. La belleza de este mundo es una mentira. Trata de parecerse a ti, te admira. Es por eso que la gente cuando te ve, conspira. Intentan fraguar tu esencia y colmarla de ira.
Respira. El mundo es infinito y para nosotros no hay nada prohibido. Sé viva. Víveme contigo. Te quiero como sólo se quiere las primeras veces, y a veces, ni esas conocen cómo yo te quiero.